Supera los Trastornos sexuales con Hipnosis

Tratamiento de hipnosis para los trastornos sexuales

La hipnosis clínica es una de las técnicas empleadas en psicología como tratamiento de las dificultades sexuales: vaginismo, impotencia, deseo sexual inhibido, fobia al sexo… Desde HIPNOPSICO puedo ayudarte a solucionar tus problemas.

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Deseo Sexual Inhibido

“Con una terapia adecuada, los problemas sexuales debidos a causas psicológicas se superan”, “Nuestra zona más erógena es el cerebro”. Tracey Cox

En la consulta aprenderás fundamentalmente a:

  • Aprender a relajarnos físicamente y mentalmente. La relajación, física y/o mental, es fundamental para tener una vida sexual satisfactoria.
  • Disfrutar y aceptar nuestro propio cuerpo. Aceptar nuestro cuerpo supone ser conscientes de cuáles son nuestras virtudes y nuestras carencias para disfrutar del sexo.
  • Vivir el sexo como algo placentero.Es fundamental mantener una actitud positiva hacia las relaciones sexuales y buscar el placer para poder disfrutar plenamente.
  • Visualizarnos con una relación sexual satisfactoria. La visualizaciónes una técnica que nos ayuda a tener la experiencia que deseemos mediante una realidad subjetiva, lo que facilita que haya una predisposición positiva para vivir esa realidad.
  • Fantasías sexuales. Aprenderemos a utilizar las fantasías para aumentar la libido y para combatir una disminución del deseo sexual.
  • Vencer la rutina. Aprenderemos distintas formas para evitar que las relaciones sexuales se hagan predecibles y rutinarias, lo que provoca en muchas ocasiones que el deseo disminuya y/o desaparezca.

¿Qué es el deseo sexual inhibido?

Para poder disfrutar de una vida sexual saludable es importante tener buena comunicación, confianza y sintonía con la pareja, además de que exista un respeto mutuo.

Pero también es fundamental vencer los tabúes, miedos y culpas que muchas personas tienen como consecuencia de la “educación sexual” recibida, en la que el sexo era visto como algo pecaminoso. Hay que intentar superar el obstáculo que representa esa represión sexual, que provoca un sentimiento de vergüenza en quien la sufre, impidiendo que pueda decir lo que realmente le apetece o le gusta. En algunos casos, esta actitud lleva incluso a evitar las relaciones sexuales.

Tal y como indica la psicóloga Teresa Borja, Coordinadora de Psicología de la Universidad de San Francisco, esa represión la sufren más las mujeres, porque no han sido educadas para disfrutar del sexo, sino para complacer al hombre o para tener hijos.

Asimismo, indica la Dra. Borja, el mito de que “las mujeres sólo disfrutan psicológicamente de la sexualidad”, alimenta la idea de que la mujer no tiene la misma capacidad de gozo físico -de tener un orgasmo- que el hombre; lo que es totalmente falso, puesto que la capacidad orgásmica es igual en la mujer que en el hombre.

Para vencer esa represión es importante aceptar que el sexo no es malo si se practica responsablemente y con el mutuo consentimiento; así como que también es bueno sentirse bien antes, durante y después de mantener una relación sexual. Para conseguirlo, es conveniente detectar qué es lo que nos impide disfrutar cuando tenemos una relación sexual, cuáles son los pensamientos negativos que pasan por nuestra cabeza durante la relación, para poder analizarlos y eliminarlos.

Asimismo, conviene analizar cómo nos sentimos después de haber mantenido una relación sexual y qué pensamos es ese momento.

¿Qué ventajas tiene mejorar nuestra vida sexual?

Son numerosas las ventajas que conlleva mejorar nuestra vida sexual.

La Ciencia ha comprobado que, a mayor frecuencia y satisfacción sexual, menor riesgo de enfermedades físicas y mentales, tanto para los hombres como para las mujeres.

Así lo demostró el doctor George Davey-Smith, en la Universidad de Bristol, en un estudio hecho a 918 varones entre 45 y 59 años, en 2001, a quienes les hizo una historia clínica, un chequeo médico y les preguntó la frecuencia de sus relaciones sexuales. Tras diez años de seguimiento, se concluyó que, cuanta más alta era la “frecuencia orgásmica”, más probabilidades tenían de estar sanos.

La probabilidad de morir era un 50% menor entre los hombres que mantenían relaciones dos veces a la semana, que entre los que lo hacían una vez al mes, que eran más proclives a sufrir enfermedades.

Además del mencionado estudio, otros, como el de David Weeks (a finales del siglo XX), del Royal Hospital de Edimburgo, realizado con 3.500 personas de entre 18 y 102 años, han encontrado otros beneficios de una buena vida sexual:

  • Aumenta las defensas del organismo: mantener relaciones una o dos veces por semana aumenta los anticuerpos (inmunoglobulina A).
  • Mejora la salud cardiovascular, previene de ataques al corazón.
  • Reduce el riesgo de cáncer de próstata, en los hombres y de mama, en las mujeres.
  • Alivia los dolores, gracias a la hormona que se libera, la oxitocina, junto con las endorfinas, que también se liberan.
  • Mejora la calidad del sueño.
  • Ayuda a perder peso, y favorece la masa muscular.
  • Mejora el estado anímico, combate las depresiones.
  • Ayuda a que la piel rejuvenezca. De hecho, David Weeks afirma que el sexo es el principal factor para aparentar diez años menos de los que se tienen en realidad.
reavivar el deseo sexual con hipnosis clínica

¿Cómo mejorar la vida sexual?

El programa que he desarrollado está especialmente indicado para el Deseo sexual hipoactivo o Deseo sexual inhibido (DSI); es decir, para aquellos casos en que hay una baja actividad sexual, sin que la causa sea otro problema, como falta de erección o vaginismo…

Hay que tener en cuenta que el deseo es un fenómeno absolutamente psicológico; se apoya sobre estructuras cerebrales y está regulado por neurotransmisores que lo exaltan o lo inhiben. Tal y como nos dice Tracey Cox, “nuestra zona más erógena es el cerebro”. Asimismo, el deseo sexual es un fenómeno fluctuante y no se produce de forma automática; por tanto, el hecho de que sintamos una inapetencia sexual en un momento de nuestra vida, no significa que el amor haya terminado, que se haya acabado la atracción por la otra persona o que se haya destruido la relación de pareja.

Desde hace más de veinticinco años, he aplicado técnicas de relajación física y mental, técnicas de visualización, técnicas de hipnosis clínica y técnicas cognitivo-conductuales con la que he enseñado a muchas personas a mejorar su vida sexual y a mejorar su estado anímico.

Factores que afectan al deseo sexual inhibido

Tener una vida sexual saludable depende de varios factores, tanto físicos como psicológicos, que aparentemente tienen menos relación con la actividad sexual pero que inciden directamente, tales como:

  1. Dormir lo suficiente. El cuerpo humano requiere de un buen descanso y de un determinado número de horas de sueño para poder funcionar bien en todos los aspectos de la vida: laboral, familiar y, por supuesto, para poder disfrutar de unas buenas relaciones sexuales en unas buenas condiciones físicas.
  2. Control del estrés: uno de los motivos por los que actualmente existen más personas con una inhibición del deseo sexual es el estrés. Llevar una vida demasiado ajetreada, en la que el tiempo es un bien escaso, poco ayuda a encontrar un momento para disfrutar de una sana relación sexual. Además, el exceso de preocupaciones dificulta la concentración a la hora de hacer el amor con nuestra pareja.
  3. Ropa interior: la ropa interior es más importante de lo que muchas personas piensan; de hecho, es más sensual y provocador, y favorece más la fantasía, una adecuada ropa interior, tanto en el hombre como en la mujer, que ver el cuerpo desnudo de nuestra pareja.
  4. Elementos ambientales: una luz tenue ayuda a despertar el deseo sexual, si además la acompañamos de una música tranquila y sensual, creamos un ambiente muy agradable.
  5. Sentirse deseada/o: a la hora de tener una relación sexual, es importante sentirse como la persona más deseada y hermosa de la Tierra, e intentar olvidar los posibles complejos (michelines, kilos de más, etc.).
  6. Variar de posturas: introducir posturas nuevas ayuda a evitar la rutina o la monotonía que llevan al aburrimiento y a una insatisfacción en las relaciones sexuales.
  7. Hidratar la piel: es aconsejable hidratar convenientemente la piel, no sólo para que no se reseque; también ayuda, a la hora de mantener una relación sexual, tener una piel suave y agradable al tacto.

¿Por qué se tiene una vida sexual deficiente?

Las personas que tienen una vida sexual deficiente, presentan, a menudo, alguna dificultad sexual. La mayoría de los problemas sexuales son de origen psicológico, es decir, sin causa orgánica que los justifique. No obstante, lo primero que conviene hacer es descartar cualquier causa orgánica que pudiera haber.

Estos problemas sexuales pueden ser causados por varios motivos: una mala educación sexual, un aprendizaje poco adaptativo, ideas incorrectas acerca de la sexualidad, repuestas condicionadas por situaciones pasadas…

Los problemas sexuales pueden clasificarse en:

Trastornos del deseo sexual:

  • Deseo Sexual hipoactivo: disminución o ausencia de actividad sexual de forma persistente, que provoca malestar.
  • Trastorno por aversión al sexo. Ansiedad ante el contacto sexual con otra persona (fobia al sexo).

Trastornos en la fase de excitación:

  • Problemas de erección: incapacidad persistente o recurrente para lograr o mantener una erección.

Trastornos en la fase del orgasmo:

  • Eyaculación Precoz: facilidad para llegar al orgasmo con una mínima estimulación y en contra de la voluntad de la persona.
  • Trastorno orgásmico: se da tanto en hombres como en mujeres. Consiste en un retraso permanente o recurrente del orgasmo y, a veces, la ausencia del mismo (esto se da más en mujeres).

Trastornos por dolor:

  • Vaginismo: se da en mujeres en las que, cuando se disponen a realizar el coito, aparece una contracción involuntaria de la vagina que impide la parcial o total introducción del pene, la vagina queda cerrada.
  • Dispaurenia: es este caso, la mujer experimenta una sensación de dolor genital durante el coito que le impide disfrutar de la relación sexual.

Causas que hacen que se produzca

A veces las relaciones sexuales, a pesar de querer y desear a nuestra pareja, no sólo no son satisfactorias, sino que se pueden convertir en algo poco placentero e, incluso, molesto y desagradable. Entre las causas que hacen que esto suceda, según a E.A. Blechman y K.D. Brownell, autores del libro “Medicina Conductual de la mujer” editado en 1992, están:

  • Haber recibido una mala educación sexual (o haber carecido de ella): a pesar de que la sociedad cada vez está más abierta a la sexualidad y se habla más de ella, aún existen muchos mitos y tabúes que pueden provocar un bloqueo mental para disfrutar del sexo. Estos mitos conllevan sentimientos de miedo o culpa hacia el placer, por lo que se huye de las relaciones sexuales.
  • Falta de comunicación con la pareja: si no se tiene confianza con la pareja para comunicarle lo que nos gusta, será difícil disfrutar de las relaciones sexuales.
  • Baja autoestima: cuando una persona no está satisfecha consigo misma, es difícil que consiga una desinhibición total en sus relaciones.
  • La ansiedad y la autoexigencia: intentar quedar siempre bien puede provocar un bloqueo mental que impida disfrutar de lo que se está haciendo.
  • Un problema médico y/o psicológico: los más habituales son la disfunción orgásmica (imposibilidad de alcanzar un orgasmo), vaginismo, dispaurenia, impotencia, deseo sexual inhibido…

La pérdida pasajera del interés por el sexo puede deberse a distintas causas, pudiendo influir un problema psicológico, como depresión, estrés, discusiones y enfrentamientos con la pareja, etc. Aunque no siempre la persona que padece este problema, es consciente de la causa y, en ocasiones, tampoco es consciente de tener un problema denominado DSI (Deseo Sexual Inhibido).

El DSI, afecta al 20% de las mujeres y al 10% de los hombres. Por su parte, la psicóloga Tracey Cox, (2001), nos dice que el porcentaje de mujeres que querrían más sexo es del 70% y el de los hombres, el 60%. Asimismo, esta psicóloga dice que el porcentaje de parejas que se sienten muy satisfechas con su vida sexual es del 58% y el porcentaje de las que se sienten insatisfechas en sus relaciones sexuales es del 27%. Éstas achacan su insatisfacción a una baja predisposición de sus parejas a tener relaciones sexuales, es decir a un deseo sexual inhibido.

La explicación científica de por qué se produce esta inhibición, nos desvela que el deseo sexual responde a un proceso psicosomático complejo, basado en la actividad cerebral (una “descarga” hormonal) y en los pensamientos, intereses y motivación hacia el sexo. Cuando estos componentes no están coordinados, se produce el DSI.

Otras causas 

Entre las distintas causas por las que se produce el DSI, podríamos citar:

  • Los cuadros depresivos, que suelen producir abulia, apatía y llegan a causar estragos en el deseo sexual.
  • Las disputas conyugales continuas y permanentes, que afectan negativamente a la hora de desear tener relaciones sexuales con la pareja.
  • Las frustraciones producidas tras varios episodios de impotencia en el hombre, que provocan una evitación de las relaciones sexuales y una consiguiente inhibición del deseo.
  • Aquellas mujeres que sufren de vaginismo, que, por el mismo motivo que los hombres con impotencia, evitan tener relaciones sexuales, influyendo negativamente en el deseo sexual.
  • Los problemas de eyaculación precoz en el hombre producen una insatisfacción en la mujer y una frustración en los dos, lo que provoca una evitación de la relación sexual.
  • En aquellos casos en los que la mujer lleva tiempo fingiendo un orgasmo y, por tanto, con un sentimiento de insatisfacción, se puede producir un deseo sexual inhibido por desánimo ante la posibilidad de tener un verdadero orgasmo.
  • Como consecuencia de una educación restrictiva en la que el goce era pecado y aparecen sentimientos de culpabilidad ante la posibilidad de tener una relación sexual en la que se disfrute.
  • Después de pasar por una intervención quirúrgica de mama, útero, ovarios e, incluso, una ligadura de trompas, que puede provocar sentimientos de desvalorización que llevan a una depresión y una disminución del deseo sexual.
  • En los hombres, como antes en las mujeres, ese sentimiento de desvalorización puede aparecer tras una intervención quirúrgica de próstata, de vasectomía e, incluso, la cirugía del frenillo.
  • El descenso hormonal puede repercutir en la disminución del deseo; así, el hipotiroidismo o el aumento de la prolactina pueden influir negativamente en el deseo sexual.
  • La ingesta de algunos medicamentos como los fibratos (usados para bajar el colesterol), los antihipertensión, la cimetidina (para afecciones gastroduodenales) los diuréticos, los antiandrogénicos (para problemas prostáticos y para tratar la calvicie), etc. que disminuyen la libido así como la capacidad orgásmica, lo que lleva a que se produzca la disminución del deseo sexual.
  • El consumo abusivo y permanente de drogas, alcohol e, incluso, de cigarrillos que van minando la salud y ocasionan frecuentemente problemas erectivos y orgásmicos, que llevan a un deseo sexual inhibido.

Disfunción Erectil, Impotencia

Se entiende por impotencia cuando un hombre es incapaz de conseguir o de mantener su erección el tiempo necesario como para poder realizar el coito y posteriormente eyacular (Kilmann y Auerbac, 1979).

Otra definición nos dice que un hombre es impotente cuando no es capaz de conseguir o mantener una erección de calidad suficiente como para alcanzar con éxito una relación de coito (Master y Jonson, 1970)

En mi consulta trabajaré distintos objetivos:

  • Aprender a relajarnos físicamente y mentalmente. La relajación, física y/o mental, es fundamental para tener una buena erección.
  • Superar el miedo a fracasar. El miedo a tener un episodio de impotencia genera ansiedad y aumenta la probabilidad de sufrir impotencia.
  • Entender que la erección es un mecanismo involuntario. Evitar la ley del efecto inverso: cuánto más se desea tener una erección, menos se consigue.
  • Centrarse en el presente. Evitar los recuerdos de experiencia negativas pasadas.
  • Vivir el sexo como algo placentero.Es fundamental mantener una actitud positiva hacia las relaciones sexuales y buscar el placer para poder disfrutar plenamente.
  • Visualizarnos en las relaciones sexuales con una buena erección. La visualizaciónes una técnica que nos ayuda a tener la experiencia que deseemos mediante una realidad subjetiva, lo que facilita que haya una predisposición positiva para vivir esa realidad.

 

Trastornos sexuales con hipnosis clínica

¿Qué es la impotencia sexual?

La impotencia sexual masculina o la incapacidad para mantener la erección deseada, hoy en día conocida como disfunción eréctil, es un problema más frecuente de lo que la gente piensa, de hecho la mayoría de los hombres de 40 años ha sufrido algún problema de impotencia en algún momento de su vida, pero la gran mayoría de los hombres cuando tienen un problema de este tipo no lo cuentan y se lo callan.

Según un estudio realizado por la Asociación para la Investigación de Disfunciones Sexuales en Atención Primaria (AIDS-AP) en Julio de 2009, con una población de 3600 hombres entre 18 y 95 años que acudieron a consulta de atención primaria por cualquier motivo, en 720 centros de toda España, el 42% tenía disfunción eréctil.

Es algo normal y por lo general siempre hay una explicación ya que en ocasiones el cuerpo y el cerebro responden de forma diferente. De hecho, es importante saber que los hombres no pueden tener una erección siempre que lo desean.

La mayoría de los episodios de impotencia se debe a causas psicológicas, según la psicóloga Tracey Cox sólo un tercio se debe a problemas físicos. Una forma de saber si es psicológica es comprobando que se tiene erección en algún otro momento, con la masturbación, al despertar. Y tal y como nos indica la psicóloga, más del 90% tiene solución.

Entre las distintas causas de la impotencia está el estrés, la presión en el trabajo, simplemente la fatiga física, el exceso de alcohol, la drogas, la presión psicológica de querer rendir sexualmente como cree que le gustaría a su pareja, estar nervioso, sentirse cohibido o avergonzado, miedo a que se produzca una eyaculación precoz, etc. Si se está tomando alguna medicación puede producirse la impotencia como efecto secundario de la misma.  El urólogo es el especialista al que se debe acudir en caso de pensar que existe una causa fisiológica.

Es importante que cuando se produce un episodio de impotencia el hombre sea capaz de verlo como un episodio aislado y evite obsesionarse con la idea de que no le vuelva a suceder pues es cuando aumenta la probabilidad de que le puede volver a suceder.

Asimismo ayuda el saber que no es el único hombre al que le ha sucedido. El hecho de tener un episodio de impotencia tampoco significa que la pareja no disfrute de una relación sexual de hecho muchas mujeres llegan más fácilmente al orgasmo con la estimulación del clítoris que con el coito.

Tal y como nos indica la psicóloga Tracey Cox las mujeres prefieren un hombre hábil antes que un hombre con firmes erecciones que sólo piensan en él.

 

¿Por qué se produce la impotencia?

Para entender por qué se produce la impotencia, la disfunción eréctil, veamos ¿Cómo se produce la erección? :

El pene tiene dos cámaras longitudinales llamadas cuerpos cavernosos. Esas cámaras están llenas de un tejido esponjoso. Los cuerpos cavernosos están rodeados de una membrana, denominada túnica albugínea. El tejido esponjoso contiene músculo liso, tejido fibroso, espacios, venas y arterias. La uretra, que es el conducto por el que sale la orina y la eyaculación, se extiende longitudinalmente por debajo de los cuerpos cavernosos.

La erección comienza con la estimulación sensitiva y mental. Los impulsos del cerebro y los nervios locales hacen que los músculos de los cuerpos cavernosos se relajen, lo cual permite que la sangre fluya hacia los espacios abiertos y los llene. La sangre crea presión en los cuerpos cavernosos, lo cual hace que el pene se expanda. La túnica albugínea ayuda a atrapar la sangre en los cuerpos cavernosos, con lo cual la erección se mantiene. La erección desaparece cuando los músculos del pene se contraen, con lo cual se interrumpe la entrada de sangre y se abren los conductos por los cuales ésta sale del órgano. Todo este proceso se produce de forma automática por lo que resulta  muy difícil conseguir una erección de forma consciente.

Como la erección requiere una secuencia de fenómenos, la impotencia puede presentarse cuando cualquiera de estos se interrumpe. La secuencia incluye los impulsos nerviosos del cerebro, la médula espinal y la zona del pene, y la respuesta de los músculos, el tejido fibroso, las venas y las arterias de los cuerpos cavernosos y zonas cercanas.

Existen varias causas que pueden provocar una disfunción eréctil: Sentirse nervioso con respecto al sexo, probablemente por una mala experiencia o por un episodio previo de impotencia. Sentirse estresado con  ansiedad. Estar deprimido. Sentirse presionado por su pareja. Padecer diabetes, hipertensión. Abusar del alcohol, drogas. Sentirse fatigado. Tomar medicamentos como antidepresivos. Etc.

¿Qué ventajas tiene vencer la impotencia sexual?

Son numerosas las ventajas que conlleva vencer la impotencia sexual.

  • La primera consecuencia es que se vence el miedo a tener relaciones sexuales, porque se supera el miedo a volver a tener un episodio de falta de erección.
  • Se consigue una mayor satisfacción  y puede volver a disfrutar en sus relaciones sexuales. Asimismo la pareja también consigue disfrutar más.
  • Consigue realizar el coito sin perder la erección.
  • Aumenta la autoestima y la seguridad en sí mismo.
  • Como consecuencia de ello aumenta el número de veces en las que mantiene relaciones sexuales consiguiendo los beneficios psicológicos y físicos que se experimentan. De hecho la  ciencia ha comprobado que, a mayor frecuencia y satisfacción sexual, menor riesgo de enfermedades físicas y mentales. Así lo demostró el doctor George Davey-Smith, en la Universidad de Bristol, en un estudio hecho a 918 varones entre 45 y 59 años, en 2001, a quienes les hizo una historia clínica, un chequeo médico y les preguntó la frecuencia de sus relaciones sexuales.

Tras diez años de seguimiento, se concluyó que, cuanta más alta era la “frecuencia orgásmica”, más probabilidades tenían de estar sanos. La probabilidad de morir era un 50% menor entre los hombres que mantenían relaciones dos veces a la semana, que entre los que lo hacían una vez al mes, que eran más proclives a sufrir enfermedades.

Además del mencionado estudio, otros, como el de David Weeks (a finales del siglo XX), del Royal Hospital de Edimburgo, realizado con 3.500 personas de entre 18 y 102 años, han encontrado otros beneficios de una buena vida sexual:

  • Aumenta las defensas del organismo: mantener relaciones una o dos veces por semana aumenta los anticuerpos (inmunoglobulina A).
  • Mejora la salud cardiovascular, previene de ataques al corazón.
  • Reduce el riesgo de cáncer de próstata, en los hombres y de mama, en las mujeres.
  • Alivia los dolores, gracias a la hormona que se libera, la oxitocina, junto con las endorfinas, que también se liberan.
  • Mejora la calidad del sueño.
  • Ayuda a perder peso, y favorece la masa muscular.
  • Mejora el estado anímico, combate las depresiones.
  • Ayuda a que la piel rejuvenezca. De hecho, David Weeks afirma que el sexo es el principal factor para aparentar diez años menos de los que se tienen en realidad.

Cómo superar la impotencia sexual

El programa que he desarrollado está especialmente indicado para aquellos casos en los que la causa de la disfunción eréctil es un problema psicológico, es decir que no se deba a ninguna causa fisiológica en cuyo caso debería visitar un urólogo.

Desde hace más de veinticinco años, he aplicado técnicas de relajación física y mental, técnicas de visualización, técnicas de hipnosis clínica y técnicas cognitivo-conductuales con la que he enseñado a muchos hombres a superar su problema de impotencia sexual.

Eyaculación Precoz

¿Cómo superar la eyaculación precoz?

Desde hace más de veinticinco años, he aplicado técnicas de relajación física y mental, técnicas de visualización, técnicas de hipnosis clínica y técnicas cognitivo-conductuales con la que he enseñado a muchos hombres a superar su problema de eyaculación precoz.

En la consulta, entre otros objetivos, trabajaremos:

  • Aprender a relajarnos físicamente y mentalmente. La relajación, física y/o mental, es fundamental para tener evitar una eyaculación precoz.
  • Superar el miedo a fracasar. El miedo a eyacular rápidamente genera ansiedad y aumenta la probabilidad de una eyaculación precoz..
  • Entender que la eyaculación se puede controlar de forma automáticaEvitar la ley del efecto inverso: cuánto más se desea retardar una eyaculación  menos se consigue.
  • Centrarse en el presente. Evitar los recuerdos de experiencia negativas pasadas.
  • Vivir el sexo como algo placentero.Es fundamental mantener una actitud positiva hacia las relaciones sexuales y buscar el placer para poder disfrutar plenamente.
  • Visualizarnos en una buena relación sexual. La visualizaciónes una técnica que nos ayuda a tener la experiencia que deseemos mediante una realidad subjetiva, lo que facilita que haya una predisposición positiva para vivir esa realidad.

¿Qué es la eyaculación precoz?

eyaculacion precozLa eyaculación precoz es uno de los trastornos sexuales masculinos más frecuente, de hecho según los datos de la Asociación Española de Andrología entre un 30% y un 45% de los varones la sufren o la han sufrido en algún momento de su vida.

Podríamos definirla como la falta de control voluntario que el hombre tiene sobre su eyaculación y como consecuencia de ello llega al clímax antes de tiempo. Algunos hombres les sucede en el transcurso de una relación sexual, a otros a los pocos segundos de realizar el coito. Este problema suele provocar una gran frustración y puede llegar a afectar a otros ámbitos de la relación de pareja siendo la fundamental causa de la ruptura.

En la mayoría de casos son causas psicológicas las que provocan la eyaculación precoz; cuando un hombre inicia una relación con una mujer es normal que se sienta tenso, nervioso por pretender que todo vaya sobre ruedas.

Ese estado de ansiedad influye negativamente en las relaciones sexuales aumentando la probabilidad de que se produzca una eyaculación precoz haciendo que estas relaciones no sean del todo satisfactorias para ninguno de los dos.
La eyaculación precoz no es una enfermedad ni una dificultad con la que se haya nacido, por tanto si se trata adecuadamente se supera fácilmente.

Causas de la Eyaculación Precoz

Existen varias causas que pueden provocar una eyaculación precoz:

Sentirse nervioso con respecto al sexo, probablemente por una mala experiencia o por episodios previos de eyaculación precoz.

¿Qué ventajas tiene vencer la eyaculación precoz?

Son numerosas las ventajas que conlleva vencer la eyaculación precoz.

  • La primera consecuencia es que se vence el miedo a tener relaciones sexuales, porque se supera el miedo a eyacular sin desearlo de forma precoz.
  • Se consigue una mayor satisfacción  y puede volver a disfrutar en sus relaciones sexuales. Asimismo la pareja también consigue disfrutar más.
  • Consigue realizar el coito sin miedo a eyacular sin control.
  • Aumenta la autoestima y la seguridad en sí mismo.
  • Como consecuencia de ello aumenta el número de veces en las que mantiene relaciones sexuales consiguiendo los beneficios psicológicos y físicos que se experimentan.

De hecho la  ciencia ha comprobado que, a mayor frecuencia y satisfacción sexual, menor riesgo de enfermedades físicas y mentales. Así lo demostró el doctor George Davey-Smith, en la Universidad de Bristol, en un estudio hecho a 918 varones entre 45 y 59 años, en 2001, a quienes les hizo una historia clínica, un chequeo médico y les preguntó la frecuencia de sus relaciones sexuales.Tras diez años de seguimiento, se concluyó que, cuanta más alta era la “frecuencia orgásmica”, más probabilidades tenían de estar sanos. La probabilidad de morir era un 50% menor entre los hombres que mantenían relaciones dos veces a la semana, que entre los que lo hacían una vez al mes, que eran más proclives a sufrir enfermedades.

Ventajas de superarlo según un Estudio de David Weeks

Además del mencionado estudio, otros, como el de David Weeks (a finales del siglo XX), del Royal Hospital de Edimburgo, realizado con 3.500 personas de entre 18 y 102 años, han encontrado otros beneficios de una buena vida sexual:

  • Aumenta las defensas del organismo: mantener relaciones una o dos veces por semana aumenta los anticuerpos (inmunoglobulina A).
  • Mejora la salud cardiovascular, previene de ataques al corazón.
  • Reduce el riesgo de cáncer de próstata, en los hombres y de mama, en las mujeres.
  • Alivia los dolores, gracias a la hormona que se libera, la oxitocina, junto con las endorfinas, que también se liberan.
  • Mejora la calidad del sueño.
  • Ayuda a perder peso, y favorece la masa muscular.
  • Mejora el estado anímico, combate las depresiones.
  • Ayuda a que la piel rejuvenezca. De hecho, David Weeks afirma que el sexo es el principal factor para aparentar diez años menos de los que se tienen en realidad.

Si crees que necesitas ayuda para mejorar tu vida sexual en Hipnopsico te podemos ayudar. Contacta ahora para concertar una sesión gratuita y sin compromiso.

Cómo superar el Vaginismo

¿Qué es el vaginismo?

vaginismoEl vaginismo es un problema psicológico, por tanto lo primero que hay que hacer es descartar cualquier enfermedad médica que lo pudiese producir.

La característica esencial del vaginismo es la contracción involuntaria, de manera recurrente o persistente, de los músculos perineales del tercio externo de la vagina frente a la introducción del pene, los dedos, tampones… Este problema provoca en la mujer que lo padece un malestar acusado y/o dificultades en las relaciones interpersonales.

En algunas mujeres sólo la idea de la penetración vaginal puede producir un espasmo muscular, esto hace que eviten tener relaciones sexuales aunque tenga deseo, placer y capacidad orgásmica; pero la contracción involuntaria impide el coito. Debido a este problema ha habido casos de matrimonios no consumados y de imposibilidad de quedarse embarazada.

Aunque en algunos casos el vaginismo se detecta en la exploración ginecológica en otras mujeres sólo se manifiesta en las relaciones sexuales.
El trastorno se observa más frecuentemente en mujeres jóvenes, en mujeres con actitud negativa hacia el sexo y en mujeres que tienen historia de abusos o traumas de tipo sexual.

Es fundamental vencer los tabúes, miedos y culpas que muchas mujeres tienen como consecuencia de la “educación sexual” recibida, en la que el sexo era visto como algo pecaminoso. Hay que intentar superar el obstáculo que representa esa represión sexual, que provoca un sentimiento de vergüenza en quien la sufre, impidiendo que pueda decir lo que realmente le apetece o le gusta. En algunos casos, esta actitud lleva incluso a evitar las relaciones sexuales.

Para vencer esa represión es importante aceptar que el sexo no es malo si se practica responsablemente y con el mutuo consentimiento; así como que también es bueno sentirse bien antes, durante y después de mantener una relación sexual. Para conseguirlo, es conveniente detectar qué es lo que nos impide disfrutar cuando tenemos una relación sexual, cuáles son los pensamientos negativos que pasan por nuestra cabeza durante la relación, para poder analizarlos y eliminarlos.

Causas del vaginismo

A veces las relaciones sexuales, a pesar de querer y desear a nuestra pareja, no sólo no son satisfactorias, sino que se pueden convertir en algo poco placentero e, incluso, molesto y desagradable. Entre las causas que hacen que esto suceda, según a E.A. Blechman y K.D. Brownell, autores del libro “Medicina Conductual de la mujer” editado en 1992, están:

  • Haber recibido una mala educación sexual (o haber carecido de ella): a pesar de que la sociedad cada vez está más abierta a la sexualidad y se habla más de ella, aún existen muchos mitos y tabúes que pueden provocar un bloqueo mental para disfrutar del sexo. Estos mitos conllevan sentimientos de miedo o culpa hacia el placer, por lo que se huye de las relaciones sexuales.
  • Falta de comunicación con la pareja: si no se tiene confianza con la pareja para comunicarle lo que nos gusta, será difícil disfrutar de las relaciones sexuales.
  • Baja autoestima: cuando una persona no está satisfecha consigo misma, es difícil que consiga una desinhibición total en sus relaciones.
  • La ansiedad y la autoexigencia: intentar quedar siempre bien puede provocar un bloqueo mental que impida disfrutar de lo que se está haciendo.
  • Un problema médico y/o psicológico: los más habituales son la disfunción orgásmica (imposibilidad de alcanzar un orgasmo), vaginismo, dispaurenia, impotencia, deseo sexual inhibido…

Ventajas de superar el vaginismo

Son numerosas las ventajas que conlleva superar el vaginismo, la primera es poder tener una vida sexual  satisfactoria.

La Ciencia ha comprobado que, a mayor frecuencia y satisfacción sexual, menor riesgo de enfermedades físicas y mentales, tanto para los hombres como para las mujeres.

Así lo demostró el doctor George Davey-Smith, en la Universidad de Bristol, en un estudio hecho a 918 varones entre 45 y 59 años, en 2001, a quienes les hizo una historia clínica, un chequeo médico y les preguntó la frecuencia de sus relaciones sexuales. Tras diez años de seguimiento, se concluyó que, cuanta más alta era la “frecuencia orgásmica”, más probabilidades tenían de estar sanos.

La probabilidad de morir era un 50% menor entre los hombres que mantenían relaciones dos veces a la semana, que entre los que lo hacían una vez al mes, que eran más proclives a sufrir enfermedades.

Además del mencionado estudio, otros, como el de David Weeks (a finales del siglo XX), del Royal Hospital de Edimburgo, realizado con 3.500 personas de entre 18 y 102 años, han encontrado otros beneficios de una buena vida sexual:

  • Aumenta las defensas del organismo: mantener relaciones una o dos veces por semana aumenta los anticuerpos (inmunoglobulina A).
  • Mejora la salud cardiovascular, previene de ataques al corazón.
  • Reduce el riesgo de cáncer de próstata, en los hombres y de mama, en las mujeres.
  • Alivia los dolores, gracias a la hormona que se libera, la oxitocina, junto con las endorfinas, que también se liberan.
  • Mejora la calidad del sueño.
  • Ayuda a perder peso, y favorece la masa muscular.
  • Mejora el estado anímico, combate las depresiones.
  • Ayuda a que la piel rejuvenezca. De hecho, David Weeks afirma que el sexo es el principal factor para aparentar diez años menos de los que se tienen en realidad.

Factores para tener una vida sexual saludable

Tener una vida sexual saludable depende de varios factores, tanto físicos como psicológicos, que aparentemente tienen menos relación con la actividad sexual pero que inciden directamente, tales como:

  • Dormir lo suficiente. El cuerpo humano requiere de un buen descanso y de un determinado número de horas de sueño para poder funcionar bien en todos los aspectos de la vida: laboral, familiar y, por supuesto, para poder disfrutar de unas buenas relaciones sexuales en unas buenas condiciones físicas.
  • Control del estrés: uno de los motivos por los que actualmente existen más personas con una inhibición del deseo sexual es el estrés. Llevar una vida demasiado ajetreada, en la que el tiempo es un bien escaso, poco ayuda a encontrar un momento para disfrutar de una sana relación sexual. Además, el exceso de preocupaciones dificulta la concentración a la hora de hacer el amor con nuestra pareja.
  • Ropa interior: la ropa interior es más importante de lo que muchas personas piensan; de hecho, es más sensual y provocador, y favorece más la fantasía, una adecuada ropa interior, tanto en el hombre como en la mujer, que ver el cuerpo desnudo de nuestra pareja.
  • Elementos ambientales: una luz tenue ayuda a despertar el deseo sexual, si además la acompañamos de una música tranquila y sensual, creamos un ambiente muy agradable.
  • Sentirse deseada/o: a la hora de tener una relación sexual, es importante sentirse como la persona más deseada y hermosa de la Tierra, e intentar olvidar los posibles complejos (michelines, kilos de más, etc.).
  • Variar de posturas: introducir posturas nuevas ayuda a evitar la rutina o la monotonía que llevan al aburrimiento y a una insatisfacción en las relaciones sexuales.
  • Hidratar la piel: es aconsejable hidratar convenientemente la piel, no sólo para que no se reseque; también ayuda, a la hora de mantener una relación sexual, tener una piel suave y agradable al tacto.

  • Este campo es un campo de validación y debe quedar sin cambios.

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